Coral Glynn, de Peter Cameron. Libros del Asteroide

Esta semana he leído este sorprendente libro de Peter Cameron. Digo sorprendente, porque el libro tiene tantos recovecos y apunta hacia tantos lados, que me costó situarme. Es maravilloso que una novela te sorprenda y que, bajo la apariencia de una historia de amor de enfermera + soldado tras la Segunda Guerra Mundial, haya tantas y tantas cosas.

Para empezar, tiene algo de siniestra (casi casi de novela de misterio). Uno de mis momentos favoritos (por chocante) es cuando la protagonista Coral Glynn sale a dar un paseo por el bosque, a deliberar sobre su relación con Clement Hart, el exsoldado que acaba de conocer en Hart House. Y en este paseo entra en escena el “juego del prisionero”: nada menos que una niña atada de pies y manos a un árbol, sangrando porque otro niño le está tirando piñas a la cara. Y se trata de un juego…

También está el bonito pañuelo azul con dibujos de peonías que Coral se pone a la cabeza. Y ya que lo nombra, el narrador nos va soltando perlas del pasado de Coral, del que sabemos muy poco. 

“Se acordó del padre de los niños con escarlatina, el marido de la mujer que le había regalado el pañuelo de peonías usado, y de que lo llamó “goma” mientras se lo deslizaba en el pene erecto antes de hacerle lo que le había hecho.”

La soledad para mí es el tema más importante del libro. Los dos personajes protagonistas son dos tímidos, solitarios, con escasas habilidades sociales, que necesitan querer a alguien y ser queridos. Sea quien sea. El azar (y cierto humor negro con un poco de mala leche) también juega su papel. Y tiene tantos escenarios encantadores de la Inglaterra de los años 50, que hemos visto en tantas películas, como la floristería que atiende un joven delgaducho, la salida del cine en una tarde-noche lluviosa, la boutique de vestidos de color lavanda… Ese vestido, muy adecuado para distintas ocasiones importantes de la vida:

“Le pareció muy cruel diseñar un vestido cuya propietaria no pudiese abrochárselo sola”.

Estoy loca por tener otro libro de Peter Cameron en mis manos, personaje adorable que, además de escribir, tiene su propia pequeña editorial artesanal en la que saca libros de, por ejemplo, 10 unidades. Me parece fantástico. La editorial es Wallflower Press. Sólo hay que echar un vistazo a su galería para alucinar. Éste es un detalle de su edición de Coral Glynn.

Libros del Asteroide por suerte ha hecho más de 10 unidades, también preciosas como todos sus libros.